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SOY LA QUINTA GENERACIÓN

Un breve relato de una larga historia

PORQUE NOS LLAMAMOS MOLÍ L'ABAD?

Molí l’Abad y sus inicios

Se llama Molino del Abad por pertenecer dicho Molino a la Abadía Cisterciense de Benifazá. Así lo describe el historiador D. Mariano Galindo, el año 1916.

El que es amante de las reliquias de nuestro pasado y deseé visitar el Convento, puede trasladarse en carruaje desde Trotosa a la Cenia y a pie o sobre cabalgadura desde esta última población, bordeando siempre el río Cenia, donde si gusta de encantos de la naturaleza podrá admirar bellos paisajes y sorprendentes prespectivas, llegará hasta el punto llamado Molino del Abad; descanse allí breves momentos y dé un vistazo al puente y al Molino construido en 1525 y 1531 por el abad Daroca; aunque no la capilla que en 1674 dedicó Fray Geófilo Beltran a santa María Magdalena por haber sido tal capilla suprimida en tiempos muy recientes para ampliar anteriores edificios.

Raices y Evolución

Del puente que contempló y admiró el Sr. Galindo en la actualidad solo le queda un arco que se tiene que ver desde la parte de abajo junto al río, ya que la parte de arriba fue remontado y se aplicaron unos refuerzos de hierro para poder pasar la carretera y es el puente que se entra en el restaurante.

 

El historiador tortosino Enrique Bayarri , en el tomo octavo, página 690, de la Historia de Tortosa, dice: En una de las grandes avenidas del rio Cenia el año 1617 se salió de madre y arrastró consigo tejados y parte de las paredes del Molino del Abad, hundió una de las muelas grandes que no apareció hasta otra avenida mayor el día 15 de septiembre de 1801.

El Molino del Abad y su finca en aplicación de la Ley de Amortización conocida como Ley Mendizábal fue vendido a la familia Córdoba, de Tortosa: no sé la fecha exacta, pero sobre los años 1840.

Al morir Doña Dolores de Córdoba y Valverde el año 1927 lo lega a la Congregación de Nuestra Señora de la Consolación de Tortosa.

El año 1929, el día 14 de julio ante el notario de la Cenia D. Francisco Masip se vende a Pablo Miralles Segarra, abuelo del actual mesonero, la finca Molino del Abad.

SOMOS LA QUINTA GENERACIÓN

Molí l'Abad es un lugar encantador donde encontraras la combinación perfecta de una estancia confortable, rodeado por la historia y la tradición de la región